martes, mayo 12, 2015

Mis "fratoj"

Lunes, 11 de mayo

11:36 pm


Desde la concepción nos ajustan para brindar amor, somos programados para impartir una emoción que nace naturalmente y por sí misma. 

La conexión celular ha transmutado en un motivo para ofrecer algo que aunque suene egoísta, solo otorgamos por merecimientos. He descubierto que los poseedores de esa unidad elemental en común, no necesariamente son los mejores receptores de dicho afecto.

Existen especímenes desenlazados de aquel hilo circulatorio, que irónicamente compaginan con nuestro arreglo genético y se hacen acreedores por derecho y sin obligación del mejor lado de nosotros mismos. De todos esos seres como en toda clasificación, quien marca la diferencia es aquel que se adueña sin  permiso y con aprobación de todo aquello de lo que estamos compuestos; en ocasiones, nos fusionamos con ese ser repetidamente en un abigeato mutuo de almas. Pero ese ser no es el único relevante en estas letras.

Sino todos aquellos que me han podido brindar
lo que casi nunca obtuve en un hogar.

De haber cruzado la línea de la vida, jamás hubiese estado con ustedes en ella.




Danke!

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